Ana María Huertas

Castellana desde su nacimiento en Madrid a mitad de ese agitado siglo XX de cuyos aconteceres nos toca ahora dejar testimonio a sus contemporáneos. Pocos periodos han sido testigo de tantos cambios, de procesos evolutivos tan vertiginosos, de los que esta artista capitalina ha preferido poner distancia en el refugio de las dehesas, montañas, campos de pastos y variada fauna que definen esa vieja Castilla tan cargada de Historia, tradición y patrimonio humano.

Ese entorno que rodea al precioso pueblo de Calzada de Oropesa, constituye la fuente de inspiración de Ana María Huertas, quien -con talento y maestría-, consigue plasmar en sus lienzos la gozosa quietud del bucolismo, y la sana espontaneidad del alma infantil en sus retratos.

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